sábado, 30 de enero de 2010

El Cristo de la Palma, patrono del Gremio de las Artes Blancas, (constituido por los molineros, fabricantes de harinas, pasteleros la localidad, así como sus operarios), tuvo grande y venerada tradición en el desfile procesional del Viernes Santo. La imagen, Cristo muerto en la cruz, se completaba con una rica y artística palma confeccionada expresamente por artesanos para el acto y que, junto con el manto negro que colgaba del crucero por detrás del portador, miembro de la cofradía, le confería un porte mayestático.
El Cristo de la Palma se depositaba, de donde partía para la procesión, en la iglesia del convento de las M.M. Carmelitas, y la palma, de gran porte y vistosidad, se prestaba a la primera autoridad municipal para que se la llevase y fuese bendecida en la Misa Mayor del anterior Domingo de Ramos.
Para su paseo en el recorrido, largo y no siempre con tiempo apacible, se requería fuerza y destreza.
Roberto Belda.

1 comentario:

salva dijo...

Enhorabona i moltes gràcies al "Senyo" Roberto Belda per esta foto per a molts desconeguda.
Gràcies per ensenyar una part mes del nostre passat.